Yo he leído mucho en mi vida. Pero mucho, mucho. Sin embargo, cuando bicheo por blogs y foros de lectura, me doy cuenta de que literariamente tengo bastantes carencias. No he leído apenas a Borges, no he leído a Kafka, ni a Mann, ni a Saramago, ni a… infinidad de autores de prestigio, a los que tendría que dar una oportunidad. Entonces, ¿qué he leído yo todos estos años? ¿en qué he estado perdiendo tanto tiempo? Todo parece engullido por una nebulosa, la que va desintegrando poco a poco mi memoria, me temo.
Parte de mi proyecto (¿pretencioso llamarlo así?) es acercarme por vez primera a Borges y compañía y dejar constancia en este blog de ese primer contacto. Sí, a esta edad avanzada y después de haber estudiado dos filologías. Ellos también forman parte de mi inventario de lecturas perdidas. Pero no son mi propósito principal. Lo que me gustaría es recuperar la magia de alguna de esas horas de lecturas olvidadas que llenaron mi infancia y adolescencia. De vez en cuando, mi memoria me regala algún título, un nombre de autor o autora, que rápidamente intento localizar con este milagro
de Internet y, creedme, la realidad en muchos casos sobrepasa ampliamente a la ficción. La de madrugadas que me maravillo yo sola de descubrir que, tras un título olvidado, se esconde toda un tesoro de vivencias apasionadas que desbordan el texto escrito. Ya iré mostrando. Y espero que me vayáis entendiendo.
Y que las olas nos lleven a buen puerto….
PS. Perdón a los proustianos, el título del blog me venía a huevo.
EN BUSCA DEL LIBRO PERDIDO 